Cuando la Luna Cantó (Cuento de Navidad)

 

Cuando la Luna Cantó

(Cuento de Navidad)

Era Nochebuena, y en un pequeño pueblo, todos los niños se preparaban para la llegada de la Navidad. Sin embargo, en esa noche tan especial, algo muy inusual estaba a punto de suceder: la luna estaba más grande y brillante que nunca.

Margarita, una niña curiosa, miraba por la ventana, fascinada por el resplandor de la luna. “¿Por qué brillas tanto hoy?” le preguntó en voz baja, como si la luna pudiera oírla.

De repente, algo increíble sucedió: la luna comenzó a brillar más intensamente y, para sorpresa de Margarita, ¡empezó a cantar! No era un canto normal, sino una melodía suave y mágica que llenó el aire con una sensación de paz.

Margarita se asomó a la ventana y vio que toda la gente del pueblo había salido a la calle, escuchando la música de la luna. Los adultos, sorprendidos y emocionados, comenzaron a bailar lentamente. Los niños se tomaban de las manos, riendo y saltando al ritmo de la canción. Era como si la luna hubiera tocado un acorde especial en el corazón de todos.

“Es la Navidad,” pensó Margarita, “la luna nos está regalando su música para que recordemos lo importante que es estar juntos y en paz.”

A medida que la melodía de la luna llenaba el aire, algo increíble sucedió. Los animales del bosque se unieron a la fiesta. Los conejos, zorros y búhos se acercaron a la gente, danzando alrededor del pueblo. Incluso las estrellas del cielo brillaban con más fuerza, como si estuvieran celebrando también.

Esa noche, Margarita comprendió que la magia de la Navidad no solo estaba en la comida, los regalos o en los adornos. La verdadera magia estaba en el corazón, el amor y la unión que todos compartían, y en esos momentos sencillos, pero especiales que hacían que la vida fuera aún más maravillosa.

Cuando la luna terminó su canción, los villancicos continuaron en el aire, y todos regresaron a sus hogares a celebrar la Navidad, felices y con el corazón lleno de gratitud. Esa noche, Margarita soñó con las estrellas y la luna, agradecida por el regalo de la música y la paz que había llenado a su pueblo.

Autor: Fernando Hernández Jiménez

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